sábado, 18 de julio de 2009

La participación y el liderazgo

Participacion, motor del cambio social

Por Tania Bobadilla

Hablar de actualidad es dimensionarse en una etapa de la realidad que sin lugar a dudas, siempre avanza de manera vertiginosa, situándonos, sistemáticamente en la vivencia de realidades simultaneas; lo que se vivía hace una, dos o tres décadas, sigue en un país como el nuestro, asomándose paralelamente a lo coetáneo.
Resulta difícil en una sociedad como la nuestra tan compleja y diversa, encontrar un solo factor que haya dado origen a la consecuente pérdida de valores, al elemento que haya dado origen a la corrupción y la haya implantado como sistema de control económico, político y social; a la imperante apatía y falta de credibilidad ante las autoridades, instituciones y la del individuo ante el individuo mismo. Los procesos de socialización parecieran ser unidireccionales, marcando una tendencia al conformismo, una especie de letargo en el que los problemas solo pueden ser resueltos por terceros.
Es en el ámbito político principalmente, en donde, he identificado situaciones muy particulares que han persistido al pasar del tiempo y que se han convertido en una constante hasta nuestros días, estas, me han hecho cuestionarme la importancia de la participación social ante las ya rebasadas instituciones políticas a veces imposibilitadas o mal conceptualizadas en el entendido de que debieran ser una especie de resuélvelo todo, producto también de la ignorancia y del desconocimiento del poder de la participación. Es así como, resulta preponderante plantearse la posibilidad de convertirnos en agentes de cambio y quizá ser elementos que propicien así una mejor gobernabilidad.

En la actualidad vivimos tiempos complejos, por lo que se requiere de nuevas formas de participación, de nuevas formas de interacción social, de una mayor conciencia ante el papel preponderante que nos toca jugar como individuos.
Los nuevos desafíos no pueden esperar a ser resueltos solo por terceros. Tenemos que formar parte activa en la resolución de problemas.
Es así como surge la figura del líder desde una responsabilidad social abanderadora de causas.
Este liderazgo viene desde dentro, es y debe ser comprometido, congruente y debe ser un agente de cambio.
El nuevo líder tiene que querer hacerse cargo de la realidad y propiciar un cambio social que signifique desarrollo y progreso.
Hay que tener siempre presente que se puede cambiar, mediante las acciones individuales, resaltando la importancia de los valores y la educación. Así desde lo particular en nuestro medio mas próximo te invito a reflexionar ¿Qué puedes hacer tu, para ser el líder, que tu escuela, tu empresa, tu organización necesita?


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